martes, 6 de enero de 2009

La lengua de las mariposas urbanas


Esa tarde fueron al cine. Rieron, conversaron y caminaron. Al final de la noche, él la acompaño hasta el andén del metro. Ella lo miro a los ojos, y él supo que por más que se esfuerce y por más que quiera que no se vaya, su recuerdo y su cariño ya no viven en su corazón. Ella se fue en el último tren, el cual dejo una ráfaga de viento que ayudo a secar parte del adiós en las mejillas de él.
Él salió del metro, y se dio cuenta de que las luces de la ciudad se parecen a la lengua de las mariposas, a ojos cristalinos.

lunes, 5 de enero de 2009

Odio jugar.


Me siento como en una lobotomía ambigua, como si introdujeran pergaminos perdidos en una esquina de mis pensamientos y comenzaran a leerlos en voz baja, y ha medida que el transcurso de los días marca el ritmo sombrío de nuestras vidas, esa voz toma fuerza y cada silaba y consonante que conforman aquellos secos némesis vuelven a retumbar sobre mis hombros.
Me tienta pasear a solas con mi conciencia, ¿no será peligroso? es un juego solitario que se juega de a dos, a cada minuto que una mascara no corte comunicación entre nosotros. Un juego donde los roles toman vestimentas largas y oscuras, tergiversadas y mal definidas, y el final cae junto a tu cuerpo. Quizás aquellos pergaminos me hicieron recordar este viejo juego que tenía olvidado a ratos, o simplemente ya estoy cansado de escuchar a mi corazón que solo me propone sueños e ilusiones en los cuales ya no creo.
Ya no caen lágrimas, solo preguntas. ¿Y que sucederá mañana?, ¿saldrá el sol? Es parte de este juego, que me tiene viciado en un insomnio incontrolable.

jueves, 1 de enero de 2009

El viaje propuesto


Un marinero y una damisela, sin fin y pasión se amaron
Una familia, una vida, una caricia formaron
Atreves del tiempo, nudos y amarras ataron
Y aunque parezca ciego lector, una vida se amaron

Sin un previo aviso, solo una llamada celestial, su barco tomo rumbo
Gotas en la copa de la hermandad, y un sueño eterno derrumbo
La damisela juro amor eterno, el marinero juro amor eterno
La damisela dijo te espero, el marinero dijo esperadme en este suelo tierno

El buque tomo rumbo, y más de una generación se despidió con desdicha
Una historia de amargura y tardes eternas se ha escrito sin ser predicha
Escamosa piel solitaria mira su puerto y almohada cada noche
Trago agrio y el frio, hacen esperar su turno sin reproche

Y deseándolo con toda el alma, se asomo por su ventana con cuidado
Al fin llego su día; a buscarte y llevarte, tu amor eterno a regresado
Y a pesar de que sus botones resistían con sollozos, su vestido cambiaria
Vestido blanco, de largo velo y piel de tierra, para su amado seria

Juntos subieron al buque, y en un ultimo palpitar la damisela dijo acepto
Se soltaron las velas, un viaje y un matrimonio eternos han comenzado
Estrellas de luto, y un nuevo sol, así los dioses lo han propuesto.