martes, 4 de enero de 2011

Una reina enamorada de su corona.


No se como describir lo que merodea los sauces de mi interior. Quizás solo son caprichos atolondrados que buscan extinguirse en una ráfaga de palabras; o solo ideas fugaces que un día se revelarón, y deseosas de generar eco en la punta de mis dedos, se convirtieron en agua ardiente a mis sentidos.

Tanto tiempo queriendo esculpir a una reina de corazones, sin embargo poco a poco he dilucidado como le haces honor a tu corona con el filo de tu espada. En algún momento pensé que esos pétalos marchitos eran propios del otoño, pero ahora veo que tu fachada se levanta como alas de cuervo, criadas y cuidadas, resplandecientes como falsa tunica.

Juegas con ridículas mascaras a lanzar lamentos al mundo, como si la luz del sol fuera una daga punzante, o el evangelio fueran conjuros maléficos. Boticaria, que vende botellas de ilusión, con venenoso contenido, tratas de engañar y de engatusar hasta a tú propia conciencia, y claramente no entiendes el valor que hay en tus manos.

Creo que me cuesta mirarte, por miedo a infestar mis pupilas de mentiras y desordenes descontrolados. A veces siento repudio de acercarme, por que temo llenarme de esa fragancia que emanas al sonreír o llorar. Ya no eres aquella copa de cristal y diamantes que alguna vez vi; que perfecto espejismo creaste para mi.

¿Serán ilusiones de mi mente, o es que la metamorfosis implica una crisálida de mentiras? Sea como sea, ya no eres la misma sirena encantadora.; solo te quedan disfraces, una arruinada corona, y el amor que sientes hacia tus propios labios.

2 comentarios:

Julio dijo...

Quizá aquella decepción es porque preferimos fijarnos en esa corona o en esa espada. Será por lo reluciente que se ven, y cuyo resplandor nos oculta ese rostro agrietado, seco, de ceño fruncido y sonrisa infernal.

Y es que se ve muy majestuoso para ser real, pero cuando nos adecuamos a esa luz cegadora, ya tenemos dibujada aquella reina de corazones dentro de nosotros.

Lo escencial es invisible a los ojos.

(No he perdido el trajín del verso parece jaja)

Karlita dijo...

Que post más fuerte!! Me encantó como lo escribiste.. y que pena que te haya pasado eso.

Uno se decepciona de la gente, cuando espera mucho de ella. No te preocupes más; si crees que esa persona no vale la pena, cuando la recuerdes, mándale buena onda y déjala ir. ;)
Un besito grande Maestro!!!

PD: igual cruzo los dedos para q este post no lo hayas escrito de mi =S q nervio!! (casi confío en que no)